lunes, 1 de mayo de 2017

PATAGONIA RUN

Ha pasado casi un mes de la carrera pero aun siguen muy presentes en mi todas las sensaciones, las imágenes y los momentos que serán recuerdos de por vida. Espero volver algún día a las tierras en las que por 20 días viví una experiencia inolvidable, tanto  por los paisajes que contemple como por la gente que íbamos conociendo en nuestro camino.

Foto de Patricio Rodriguez
El viaje hasta llegar a San Martín de los Andes es un viaje duro desde Murcia, un tren dos aviones y un par de autobuses de linea. Cuando llegamos casi habían transcurrido dos días desde que habíamos salido de España. La sensación es de llegar a un lugar donde el tiempo se detiene, muchas calles sin asfaltar, casas bajas  muy bien arregladas,  furgonetas y perros por todos sitios. 

A las horas de llegar mi teléfono ya tenia dos invitaciones para recibirnos y darnos la bienvenida, adelantando lo que sería el calor del pueblo argentino que sentimos durante nuestra estancia. Por un lado Vicente Consolí que sería nuestro guía de muchos de los lugares que visitamos, Ester García y Ivana Pérez, que nos abrieron las puertas de sus casas y de sus familias. Los primeros días me los pase recorriendo cercanías e incluso algún tramo de la carrera como la subida al colorado, a la que llegaría de madrugada en la competición. La zona es de terreno blando en su mayor parte tierra de fácil pisada, con tramos de senda amplia y a veces más cerrada y frondosa.

Salimos a las 18h desde la plaza del pueblo, David, Carlos y Belen me irán siguiendo en algunos tramos, pero sin asistencia, porque a diferencia de Europa suele estar prohibida, y además el material obligatorio en este caso solo eran solo el dorsal, el silbato y un recipiente de agua. La verdad que me parecio muy interesante esta forma de ver el ultra trail. Es indispensable que un deporte que va desarrollando entienda que sus participantes cada vez toman más conciencia y se responsabilizan sobre lo que debe o no deben llevar.

Empieza la carrera, el ritmo es rápido desde el principio, a mi ver demasiado, para mi primera experiencia en una distancia tan larga. Las argentinas empiezan a ritmo muy alto , hay 4 en cabeza, más Nicole, la americana invitada por la organización de World Tour. 

Decido quedarme en la parte retrasada sobre la 4ª posición, cercana a la americana que va un poco por detrás. Veo que lleva buen ritmo en el llano y en las bajadas. Así que pienso en la parte final de la carrera con un perfil muy llano, debo guardar fuerzas para ese tramo. Poco a poco me voy quedando sola, la americana queda atrás junto a otra argentina que marcaban buena velocidad de inicio. 

Para mi es un alivio quedarme sola, me apetecía ir a mi ritmo. Esta carrera me la planteaba, como un premio, pero sobretodo como una experiencia porque nunca había pasado de 125 km. Así que prefiero ir disfrutando de mi experiencia, ir aprendiendo cosas y no entrar en ninguna lucha que me haga cometer errores. Como el ritmo es fluido  por el tipo de terreno, me obliga a basar mi alimentación en muchos geles, fruta y frutos secos de los avituallamientos, que puedo consumir con mayor facilidad.

La noche empieza a meterse, se que voy a tener muchas horas de oscuridad, así que hay un momento extraño, las vistas son espectaculares, me maravilla el atardecer, pero al mismo tiempo tengo una sensación de miedo. Me siento pequeña ante la grandiosidad de  las montañas y paisajes que me rodean, ¿qué misterios esconde la Patagonia? esta noche los descubriré, mientras algo en mi interior me dice que la noche va a ser larga. 

La vegetación también empieza a ser más cerradas y voy encontrado corredores en varios puntos con los que comparto carrera. Voy tranquila ya en tercera posición. Las horas se amontonan y empieza la lluvia y la nieve en la subida al colorado, noto que mi ritmo baja, son las dos subidas centrales, las condiciones han empeorado.

Carlos, pasándome sus superpoderes¡

Son las 3.30 h de la madrugada y se me agota la frontal . Hago el cambio y lamentablemente se me rompe un enganche de un extremo. Empiezan los imprevistos y además lo hacen en "zona hostil"¡¡, Intento dar respuesta y hacer un apaño con la goma, pero pierdo mucho tiempo, recuerdo que tengo otra frontal en la segunda bolsa de asistencia, y eso me anima para seguir pensando que puedo arreglar  la situación. Allí tengo que hacer cambio de pilas, pero mis dedos están congelados, tardo mucho en hacer un cambio que en un minuto hubiera hecho en otras condiciones, intento no agobiarme, me siento frente a la mesa con las pilas y las cambio a cámara lenta. 

Continua la oscuridad y la vegetación sigue dificultando una avance rápido, así que espero el día para disfrutar, veo a los chicos que se preocupan porque he tardado mucho en esos avituallamientos, les explico como puedo mi aventura con el frontal. Y les pregunto "¿cuando se hace de día?" me intentan aliviar..."pronto, muy pronto", pero esa no es la verdad, pasan un par de horas y empieza amanecer tímidamente. 


 Llevo diez horas de oscuridad y nunca mejor dicho empiezo a ver la luz. Puedo mejorar el ritmo y voy ganando terreno, me informan que Vero "la pitu"  que iba en primera posición se ha retirado a falta de 40km, lo lamento mucho por ella,  estaba muy motivada, con una carrera que ha ganado  en todas sus ediciones, por lo que desde aquí le deseo una pronta recuperación  Nunca será motivo de alegría que una compañera tenga una lesión o algún imprevisto que la haga abandonar, aunque estés compitiendo contra ella, el objetivo es llegar todos a meta, es el sentir que se comparte cuando te pasas más 20 h corriendo ante todas las adversidades, te hermanas con el resto de corredores porque  eres consciente de lo importante que es llegar para todos.

Adriana La flaca, pasa a ser primera, es la que más conozco de todas las corredoras, ha sida muy simpática conmigo estos días, así que me alegro  por ella.

La última parte de la carrera es dura,  las molestias en esa altura se hacen notar y paso algún momento duro. Finalmente llego a meta, feliz ¡¡


Por último agradecer ala organización de Patagonia Run por todas las atenciones y austeras de cariño, sin duda alguna una carrera de logística impecable en un entorno inigualable.


Los días posteriores continuamos nuestra experiencia por Villa La Angostura y Bariloche , visitando lugares espectaculares como el bosque de arrayanes o el refugio de Frey.  Os dejo algunas de las imágenes de David Gutierrez

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