martes, 14 de mayo de 2013

CSP para aprender


No tuve un buen día, no tuve todas mis fuerzas conmigo, pero tampoco es algo que me sorprende, sabía que podía pasar porque los últimos meses habían sido una montaña rusa de sensaciones por culpa de mis problemas de salud. Tomé la decisión de ir a competir ilusionada por las dos últimas semanas, ya que los entrenamientos de calidad habían sido buenos.

Pero esta claro que mi cuerpo aun no se encontraba al 100% para competir en un campeonato de tanto nivel y que sobretodo había dejado de hacer el trabajo de base que dos meses atrás  hubiera sido tan importante, ya que durante ese tiempo sólo me límite a las dos competiciones que tuve para no perder la forma y algo de trabajo de base con la bicicleta y la natación.
Junto a mis compañeros de club- SENDA


La primera parte de la carrera  fue tranquila, corrí al lado de varias corredoras amigas como Miryam o Inma, una simpática Berta y la incansable Teresa Forn. Poco a poco fui cogiendo posiciones hasta que en el km 50 ya me coloqué en 3º posición.
Y es verdad que 118km dan para mucho que contar, pero creo que lo más emocionante de mi carrera empezó cuando acabaron mis posibilidades de podium. Justo cuando Miryam Talens me supero sobre el km 90. Hacia ya un rato que yo había empezado encontrarme mal, mi cuerpo ya no respondía igual y entonces empezó la ultra de verdad.


Jorge dando ánimos en todos los avitallamiento, junto a Barbara.

Fue entonces cuando pase de estar bien a no poder dar un paso. Me sentía sin fuerzas, agotada y algo mareada. Me daba igual la posición, sólo quería terminar la carrera y acabar con todo. No me sentía nada segura de mi paso por la senda así que en ese momento decido llamar a Jorge para comunicarle que me veo incapaz de llegar a meta por mi propio pie. La cobertura me juega una mala pasada como siempre ocurre en estos casos y al otro lado del teléfono sólo escucho las malditas palabras que repiten una y otra vez “el móvil al que llama se encuentra apagado o fuera de cobertura, vuelva a intentarlo más tarde”. Inmediatamente pienso en Barbara, pero acabo hablando con la misma señorita. Digo hablando porque la mande a paseo repetidas veces.


Durante este deambular de semi-consciencia coincido con Pablo Criado y con otro chico que me animan para continuar adelante. Yo sigo por inercia mientras intento calcular cuanto tiempo me va a llevar llegar a meta. Y es entonces cuando mi compañera Inma Tonda de la Selección Murciana me alcanza. Se da cuenta de mi estado y me pregunta si quiero que se quede conmigo. Yo me emociono, porque sé que lo dice de corazón y que no hubiera dudado en quedarse a mi lado. Por supuesto la invito a correr lo más rápido que pueda, que por detrás vienen chicas muy fuertes y ella al contrario que yo aun esta disputando la carrera.


Llego al último avituallamiento, me siento, me ponen una manta y digo que me retiro. 7Km son imposibles para mi mente y mis piernas. Sabía que todos los que estaban en el avituallamiento se iban a poner en contra mía y que me iban a decir que siguiera.. Entonces les explico que tengo miedo de seguir sola, se está haciendo de noche, no hay cobertura y ya voy muy pasada de rosca. Entonces me dicen que pueden llamar a la organización para que estén al tanto. No se como ni porque pego un salto de la silla y sin más explicaciones sigo caminando, medio envuelta en lágrimas de impotencia y desánimo, no sé porque diablos camino, pero si me paro un minuto más no me levanta ni Dios. Medio ausente y sin rumbo claro, no resistí esperar en ese avituallamiento, quería ver a Jorge y a Barbara pensé que sólo ellos entenderían lo mal que lo estaba pasando.

Sumergida en esa senda oscura, donde nada tenia sentido escucho dos voces amigas; son Javi y Alberto, dios¡¡ que alegría -les digo como voy y enseguida se ponen animarme. El caso es que ellos no van mucho mejor y entonces pienso “ostras- si ellos van así y dicen que acabamos juntos yo tengo que seguir como sea- y es entonces cuando me digo a mi misma -yo sigo-”. No sé como pero me vino esa energía que no había podido sacar de ningún avituallamiento, de ninguna barrita, de ningún gel..... eran mis amigos y ese momento y ese instante recupere la fuerza que paso tras paso me hizo llegar a meta.

Los tres manteníamos conversaciones de locos. La verdad es que me encantaría escuchar lo que decíamos, porque en ese momento nada parecía tener sentido, nada excepto una cosa; llegar a meta y juntos.

Justo antes de tomar la senda de bajada decidimos coger los frontales. En ese momento veo el coche de la organización que sube a por mi. Me encuentro bastante mejor, así que explico que estoy con mis amigos. Que yo llego a meta, que no se preocupe porque con ellos, me siento capaz. El chico de la organización me dice que me deja bajar pero que sola no, que si hace falta baja él conmigo, si los otros se quieren ir. Le agradezco enormemente su preocupación y emprendemos el camino de bajada.

Durante la senda embarrada tropezamos varias veces, una de las frontales no va así que compartimos luz mientras escuchamos a Jaime al espiquer hablar así que nos animamos unos a los otros, ya estamos, ya veo las pancartas. Por fin cruzamos la meta los 3 juntos, ha sido uno de los momentos más emotivos que he vivido en carrera  de toda mi vida deportiva y  que por ello guardaré por mucho tiempo en mi corazón. La CSP no ha sido un fracaso, la CSP ha sido una historia de superación y de compartir,  que de buen seguro me sirvirá para otro momento.



Llegada a meta
 


Las caras a la llegada a meta son todo un poema,  Junto a Javi y Alberto.


Dicen que eso es lo bueno del amor: da igual donde lo des, porque te será devuelto en todas partes y ese amor es es el que he sentido durante la carrera y en estos dos días posteriores, a la CSP. NO tengo palabras ante tantos mensajes de ánimo y apoyo, me han hecho sentir una gran fuerza, gracias a todos, hasta la próxima aventura¡¡


Finestrat-Team


Juanjo Larrotcha, mi atleta clasificado en 8º posición


Don't Go Alone (Noah Hyde Remix) - Cruiser